24 de mayo de 2011

Caceria en el Parque

Me senté en un lugar un poco mas apartado, pero no tanto como para no poder echar ojo de los niños que salieron como caballo sin freno a perderse entre los juegos que el parque ofrece. Yo llevaba un libro corto y ligero que me permitiera centrar mi atención tanto en los niños como en la lectura. Me acomode en la banca y me dispuse a leer. Echaba una ojeada al libro y minutos después peinaba el lugar con la mirada para ubicar a mis hijos, que estaban olvidados de su progenitora. Durante el turno de lectura algo a mi lado llamo mi atención, no era más que un gato gris pardo inquieto por algo que se movía entre los setos, un ¡ratón!, me sobresalte un poco, pero al ver que me encontraba a buena distancia me calme y observe la escena. Era como si el ratón retara al gato pardo con la mirada mientras este esperaba al asecho a que su presa se moviera con el fin de atraparlo; en ese momento otro gato pero este amarillento y despeinado se acerco pausadamente, los animales se vieron y erizaron sus cuerpos acompañados de un maullido de enojo, como reclamando la presa que ahora ambos querían adjudicarse, el ratón, aprovechando el descuido, corrió hacia un tubo de desagüe al final del parque, y ambos gatos, volviendo su atención al asunto en discordia corrieron tras el y desaparecieron dentro del tubo. Todo duro unos segundos, y tras la distracción yo volví a mi lectura y al cuidado de los míos. Tan solo unos minutos después, observe como los gatos pasaban frente a mi, y casi puedo asegurar que el pardo sonreía con satisfacción.

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